Este hotel en la costa oeste de Nueva Zelanda tiene una ubicación ideal cerca de las famosas rocas de pancake. La habitación es amplia y acogedora, con una terraza privada para disfrutar del entorno. El baño es espacioso y la limpieza, aunque mejorable en algunos rincones, es correcta. El personal es amable y acogedor, brindando un buen servicio durante nuestra estancia.

La falta de cortinas en las ventanas altas permitía que entrara mucha luz temprano en la mañana.

Ubicación fantástica, vistas asombrosas al mar y un personal agradable. Habitaciones espaciosas y enormes, cama super cómoda. Un montón de alimentos buenos en las comidas. Pasamos un tiempo magnífico.

El hotel era el lugar perfecto para, además gozaba de una zona maravillosa, en las inmediaciones de varios lugares, como la taberna y la colina. Me dieron una habitación moderna y enorme, también contaba con un dormitorio privado y un cómodo sofá y también un balcón. Tener un horno de microondas, un hervidor eléctrico y una placa era una ventaja. El personal era extremadamente amable y acogedor todo el tiempo.

Las habitaciones tienen una cama cómoda, un balcón y una cocina pequeña. La ubicación del hotel es conveniente y además cuenta con estacionamiento gratis 🚗. Está en una zona bonita, cerca de restaurantes locales y de un entorno selvático.

Es un lugar en un hermoso acantilado con cómodas habitaciones y un restaurante que ofrece comida local, una experiencia genial.

Ubicación cerca de Pancake Rocks

Habitación amplia y acogedora. Terraza privada.- Baño espacioso